En muchos lugares del planeta, la gente tiene miedo de dónde pisar. En otros, como Afganistán, ni siquiera es necesario dar un paso, basta con encender la luz o abrir un armario y desencadenar una explosión. Desde hace 20 años, la ONU ayuda a los Estados a librarse de la amenaza de las minas y otros artefactos explosivos. Treinta y un países ya lo han conseguido, pero en otros, como Iraq, la tarea por delante es de dimensiones ingentes.
04 Abr 2019